viernes, 4 de marzo de 2016

Mandarin Oriental Hotel. Encanto y Distinción.


 Hablaremos de otro gran referente del diseño en Barcelona, El hotel Mandarin Oriental, se encuentra en el Paseo de Gracia; Patricia Urquiola es la responsable de este diseño, que intenta reflejar con gran acierto el carácter abierto y Cosmopolita de esta gran ciudad.

Patricia Urquiola, gran diseñadora de la que hablaremos de ella y de sus diseños en próximas entradas; busca el equilibrio y la perfecta limpieza de líneas, lo podemos ver ya según entramos en su fachada,  destacando la simplicidad de sus líneas, del que fue en sus años anteriores un banco.

Toda la decoración ha sido elegida cuidadosamente por Patricia Urquiola, la decoración del techo, las hermosas alfombras tejidas a mano, que recuerdan el encanto de los grandes hoteles clásicos; casi todos los muebles son diseñados por ella o bien a elegido grandes piezas de diseño, los espectaculares sillones de estilo escandinavo en el restaurante, el sofá del vestíbulo adaptado de un Chester tradicional y la alfombra que recuerda a los clubes de caballeros de hace años; a mi personalmente el mobiliario me parece único.

El hotel tiene 98 habitaciones todas ellas en colores claros, crema y blancos, con un mobiliario de vanguardia junto con detalles orientales, con pantallas y armarios inspirados en cajas chinas lacadas tradicionales y los pisos de roble con grandes alfombras de tonos beige, aportando calidez, destacan los baños, tienen todos unas grandes bañeras o cabinas de ducha.
 
 
 

Una impresionante rampa en el atrio atrae a los transeúntes hasta su interior la sala de entrada donde se puede ver la gran cantidad de luz en los salones.



 

Como destacable esta la sala blanca de gran luminosidad que se filtra por una gran claraboya situada sobre el restaurante y el salón que se encuentran en la planta baja; en el corazón del edificio se sitúa tal vez el elemento de diseño más espectacular del hotel que es la rejilla metálica, que se suspende sobre las mesas del restaurante, dando intimidad y un efecto de jardín colgante.


 


 

El bar  en el que predominan las tonalidades de oro y ámbar y a destacar que cuenta con una caja fuerte de acero del banco que anteriormente ocupaba el local, que ahora se utiliza para adornar las paredes.
 
 

En el patio interior también conocido como el Jardín Mimosa, realizado por el paisajista Bet Figueras, en colaboración con Patricia Urquiola, es el resultado de una preciosa terraza con jardín  que ha sido perfectamente integrado en la estructura del edificio, las plantas al aire libre abundan y las sillas espectaculares de cuerda especialmente diseñadas son un completo refugio urbano.
 
 
 
 
 
 

Y para terminar más que relajados la zona de spa que sigue una línea minimalista, acabados en madera oscura, techos negros, suelos blancos, piedra  y cortinas metálicas son los materiales predominantes, tiene sus ocho salas de tratamientos, amplias y confortables en las que vemos el contraste entre apliques sofisticados de época y la simplicidad del espacio.
 
 

¿Qué os parece? otra pieza única del diseño.

¡Qué pasada!

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